Miedo al inconsciente, ruptura, escisión, escisión interior.
Un acantilado siempre presagia una ruptura entre dos mundos, dos naciones. En casi todos los casos, el océano está presente. Entonces, el acantilado simboliza la ruptura entre el inconsciente y el consciente. Esta línea divisoria entre la tierra seca y el océano que fluye se ve reforzada por las diferencias en los niveles del agua. Si el soñador se encuentra en lo alto del precipicio, es porque su altura mental es aún demasiado alta. El deseo consciente de controlarlo todo lo aleja de ese inconsciente que lo marea. Si el mar es visible, las dos áreas no son inaccesibles, pero aún no se comunican entre sí. Es apropiado ir a la playa y la arena, que es la interfaz entre el consciente y el inconsciente.
Si el soñador está al pie de un precipicio, tiene la sensación de estar ante un obstáculo insalvable. No tiene herramientas ni métodos para cambiar el nivel de conciencia y siente una desconexión entre los dos dominios.
Los acantilados también pueden indicar que estamos en uno de dos comportamientos, pero no nos damos cuenta cuando estamos en el otro.
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